Con la lista de candidatos del actual oficialismo definida, de continuar a cargo del club el próximo gobierno deberá asumir una difícil tarea.
Sin dudas se vienen momentos de ajuste, ya sea a nivel nacional como también en San Lorenzo. La próxima gestión deberá buscar un equilibrio entre compras, contratos y ventas; mientras no puede dejar de ver en el horizonte de su mandato la construcción del nuevo estadio en Boedo.
Esta elección en San Lorenzo es diferente a las anteriores, ya que la coyuntura cambió significativamente. Las elecciones de fines de 2013 tomaban lugar a una fecha de una «final» por el campeonato doméstico. Tres años después (elecciones 2016), ya se disfrutaba la presencia de la Copa Libertadores en la vitrina y todavía recordábamos la goleada a Boca en Córdoba.
Ahora, sin recuerdos deportivos recientes, una economía recalentada, la presión del dólar sobre ciertos contratos y deudas hace buscar nuevos paradigmas de Club.
Generalmente, se dice durante los primeros 100 días de cada gobierno, ya sea en un club, una ciudad o un país, el candidato que resultó ganador cuenta con una «luna de miel» con su electorado. Esta luna de miel se explica, en parte, porque los «gobernados» le dan un tiempo al gobierno para poner en orden la gestión anterior y empezar la difícil tarea de gestionar cumpliendo con sus promesas.
Nombrar la herencia recibida siempre es la manera más sencilla de extender dicho plazo. Es entendible que el gobierno ingresante haya errado el análisis de lo recibido, o lo estimado terminó siendo muy disímil a la realidad. Siempre de la mano con la herramienta política más vieja de todas; culpar al otro.
Cuando el núcleo del poder en un lugar supera algunos mandatos, toda posibilidad de desconocer la realidad interna de la gestión anterior se desvanece. Y este sería el caso del próximo gobierno de San Lorenzo (en caso de continuidad del actual oficialismo).
¿Cómo podrá salir de esta dinámica el próximo gobierno? Campeonato económico y buenos resultados suenan como una respuesta razonable a las expectativas del socio y las responsabilidades asumidas. ¿Será posible que se produzca este «combo»?
Ladrones.