Tenemos lo que nos merecemos (dos crónicas al precio de una)

Contra Belgrano, punto de ORO

Con el cambio de hora y la confirmación que el partido se jugaba en el renovado estadio mundialista, el encuentro prometía un gran marco de público.

Al llegar a Córdoba, un día soleado nos esperaba y alimentaba las ganas de mantener el invicto, y hasta la punta del campeonato.

Cuando se vio la formación en el campo de juego (formación que ya había sido confirmada con anterioridad) nos dimos cuenta a qué salió a jugar San Lorenzo.

Un planteo con nombres en lugares no del todo naturales (Prósperi jugando de 5), sin la participación de Romagnoli y el debut de Alvarez.

Ya Caruso había declarado que este equipo está duro y que valía mucho buscar la media inglesa (la cual consta de ganar de local y empatar de visitante).

Con todos estos ingredientes salió un partido pésimo, con muy pocas llegadas propias y algunas bien riesgosas de los de en frente.

Al arquero se lo vio de aceptable participación, pero no logró descollar con su actuación. Los goles que no nos hicieron fueron por falencias de ellos, no virtudes del 1. La línea de defensores se cansó de revolear y “sacarse de encima” la pelota. Mal partido para Palomino y Bianchi Arse retornó al pozo en el que se lo vio en el cuatrimestre pasado. Bufarini jugó el clásico Talleres-Belgrano (a pesar que la única jugada de riesgo salio de un centro suyo) y se lo vio enfrascado en demostrar qué podía hacer (y no lograba).

Adelante casi no hubo ni participación, ni juego. De hecho, en el segundo tiempo, con la expulsión de Alvarez, Jara terminó jugando de 8.

Alvarez tuvo un debut para el olvido, escasa marca, nulo juego y terminó siendo expulsado al comienzo de la segunda parte.

Cabe destacar que con la “mufa” que nos perseguía el anterior semestre, el partido hubiera terminado 3-0 para el local. Lamentablemente, (y quien te da, también te saca) el Pipi sufrió una lesión en su rodilla izquierda, que lo marginará de los campos de juego por todo lo que resta del año.

La vuelta a Buenos Aires, bajo una lluvia abrumadora en la mayoría del recorrido hacía pedir que lo que aquel gol que nos ofrendó en Victoria y los pocos minutos que lo vimos en Córdoba, no sean su regalo de despedida para todos nosotros. De corazón PIPI, espero que te recuperes.

Contra Estudiantes, final inesperado

Con una fecha que empezó suspendiendo partidos desde su primer turno y con una lluvia que (parecía perseguirnos) apenas daba pequeñas treguas desde hacía tres días, el campo de juego del Nuevo Gasómetro estaba en perfectas condiciones. No así nuestros players.

Con un planteo más lógico, se jugó a muy poco. Con una defensa que (apenas) mejoró su nivel y un Kannemann que se resbaló más de lo que jugó. En el medio Mercier tuvo aceptable primer tiempo, y luego se cayó físicamente. Rolle participó muy poco y Aguiar sólo ejecutó los tiros libres y córners.

Con un mediocampo tan duro a la hora de hablar de fútbol, que es lógico que los delanteros tengan anemia de pelota. Casi no les llega y cuando lo hace, son pelotazos llovidos que deben recibir a espaldas del arco rival.

Si me preguntan sobre el gol de Estudiantes, no era ilógico. Pero el empate le sentaba bien a un partido bien chato. Lamentablemente se hizo justicia y el punto que robamos de Córdoba es el que nos sacaron en el Bajo.

Ahora vienen fechas complicadas, con debuts importantes para ajustar el medio del juego del Ciclón. Las próximas dos fechas (con elecciones en el medio) serán el termómetro de lo que se viene.

Esperemos que la temperatura baje y seamos un equipo saludable que pueda darle alegría a toda la gente que se moviliza por él.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *