Este texto no viene hacer de queja, de llorar ni de mucho menos. Únicamente me tomo el tiempo para escribir sobre lo que sucedió los otros días en la cancha de San Lorenzo en el partido contra Boca Juniors.
Un Boca que venía de perder una final de libertadores, jugando bastante mal y dejando a la vista que la forma en la que llegó hasta ahí fue suerte, porque si, en gran parte los penales son suerte. En el lado del frente estaba San Lorenzo, un San Lorenzo que venía mostrando un bajísimo nivel, que había quedado afuera de la Copa Sudamericana y que, con suerte, estaba con vida en la Copa Argentina.
El favorito en cualquier otro partido de fútbol sería el equipo que viene de jugar la final del torneo más importante del mundo, pero en este caso el favorito era San Lorenzo ¿por qué, si San Lorenzo venía jugando mal? Porque Boca ve una azulgrana y le agarra pánico escénico, se asusta y no quiere ganar. Digo no quiere porque lo podría haber hecho, tuvo 3 tiros en los palos y hasta por momentos fue mejor, pero no pudo, no se animó y no quiso. La paternidad pesó, por más que muchos hinchas de ese club te digan “pero nosotros tenemos 6 Libertadores y ustedes 1” “nosotros tenemos 3 intercontinentales y ustedes ninguna” “equipo chico y sin barrio” y todo lo que quieras pero el pánico escénico que le tienen a la azulgrana es algo, incluso, para estudiar. Esa es la única explicación que se le puede dar a este partido porque incluso siendo tan grandes, como dicen que son, no pueden ganarle a este equipo.
Habiendo escrito esta breve introducción, voy a ir al tema que nombra el título. El VAR, el maldito VAR. Un aparato que, supuestamente, llegó al fútbol argentino para arreglar las cosas, para que sea más justo y que funcione para ayudar a los árbitros. Definitivamente acá no iba a suceder eso, eso sucede en Europa donde no hay picardía futbolística, donde todo tiene que ser perfecto y donde supuestamente todo funciona bien.
Que no se malinterprete, esto no es una crítica al VAR, esto es una crítica al VAR Argentino, a ese instrumento que utilizan para salvar a los clubes grandes que están complicados, a ese instrumento tan injusto y que genera tanta violencia en el fútbol. Porque después uno como hincha se tiene que bancar que te digan que la violencia la generamos nosotros, que nosotros somos los quilomberos. Pero los que generan esa rabia, esa ira y ese enojo constante son ellos mismos, los árbitros, los dirigentes y todos los muchachitos que usan traje.
Un gol del Perrito Barrios, un tipo que tiene potrero de nacimiento haciendo un gol para ganar el partido a, justamente, el equipo del poder, el equipo que es conocido por robarle a todos los clubes del fútbol argentino, el equipo que es conocido por ser favorecido siempre. La analogía es perfecta, el tipo popular, de barrio, de potrero le hace un gol al equipo que maneja esa herramienta a su gusto. ¿Cómo podía terminar eso? ¿Se iba a quedar afuera de la Libertadores? ¿Iba a perder su segundo partido después de perder una final? No, claramente no y por eso el gol fue anulado, pésimamente anulado. Como dije, la analogía se cuenta sola, no hace falta explicarla.
Todo el chiste se cuenta solo cuando se pone en circulación una foto del presidente de árbitros en la final de la Libertadores alentando por Boca. Un árbitro que de chico paraba con la 12, la barra brava de Boca.
El VAR, este maldito VAR es el que le arruina a la gente la posibilidad de gritar un gol con todas sus fuerzas a la gente que está en la cancha, el mismo que te arruina lo lindo del fútbol, la picardía, la experiencia, el potrero. Hoy el mundo quiere hacer perfecto lo que es hermosamente imperfecto, y con esto no estoy diciendo que el VAR se tenga que dejar de usar, simplemente que se use para ayudar y no para modificar un deporte, que sea utilizado para mejorar, no para empeorar. Que el deporte que tan feliz nos hizo durante tanto tiempo no sea modificado para ayudar a los equipos del poder y perjudicar a los demás. Hoy en día la Asociación del Fútbol Argentino se maneja como esas viejas mafias italianas en las cuales si vos no te llevabas bien con el capo, si no le cumplías todo lo que te pedía la ibas a terminar pasando mal y te iban hacer la vida imposible. Hoy la AFA es eso, si vos no cumplis y no te llevas bien con Claudio Tapia y Federico Belligoy, todo lo que suceda dentro de la cancha va hacer para perjudicarte, para que te des cuenta que si no haces lo que ellos quieren o si no les das un redito economico, ellos te van hacerla pasar mal y te van a perjudicar de forma constante.
Este no es un texto para llorar o para andar quejándose, a veces ese mismo VAR que te perjudica es el que a veces te favorece. Pero lo que sucedió el día miércoles 8 de noviembre en la cancha de San Lorenzo fue algo que colmó la paciencia de muchos y generó controversias. Algo que quedó a la vista de todos porque ese equipo se volvió a ver favorecido, no fue la primera vez y mucho menos va a ser la última, nos esperan muchas mas de estas porque tienen tanta impunidad que hacen lo que quieren, cuando quieren y como quieren.
Por Lorenzo G. Driau Simari @ldriausimari_