Una vez más fuimos al Monumental, esta vez como punteros en el torneo local en plena Semana Santa.
Semana Santa porque San Lorenzo viene «dulce». Ganando 4 x 0 con un jugador menos versus Lanús y encontrandole la vuelta a un partido muy jodido por la Copa contra San Pablo, también en el Nuevo Gasómetro.
Semana Santa porque se juega el Domingo de Gloria, un Domingo que desde los 4 minutos del ST dejó la gloria Azulgrana de lado, para volver a la lucha cotidiana.
Lucha que, aveces, no alcanza pero que lo importante es no abandonarla.