Mala Leche

Con el diario del Martes y con todos los resultados puestos, el punto que se trajo San Lorenzo de la ciudad tambera por excelencia tiene gusto a poco. Este análisis es resultado de considerar que tanto NOB como River no sumaron y que Lanús sólo lo hizo en una unidad.

La otra realidad es que San Lorenzo volvió a jugar un muy mal partido. Con la diferencia que, en esta ocasión, no se le abrió el arco de en frente. Ibáñez no tuvo mayor inconveniente (hasta con una atajada de esas que te brindan puntos), los defensores fueron sólidos, con Gentiletti en un muy buen nivel y Kannemann con subidas muy interesantes. La línea del mediocampo la defendió con toque y marca Mercier (como siempre) y luego acompañaron (no siempre) Buffarini, Kalinski y Piatti. Arriba los pibes, Correa y Verón que intentaron pero no pudieron hacer mucho. Párrafo aparte (aunque seguido en esta redacción) el que se merece Stracqualursi; el cual no se le abre ni el arco que le regalaron al Titán los hijos de la Rivera en su despedida del fútbol.

La única que logró los tres puntos (y va invicta en lo que va de su historia) es la gente de San Lorenzo. La misma que hace un año fue a esa misma cancha y volvió con las manos vacías y los corazones angustiados. Esa es la gente que copó las dos bandejas del estadio de Atlético (popular $60 y platea $300). Y es, en todo ese corazón azulgrana en el que se tienen que nutrir dirigentes, jugadores y demás para dejarlo todo desde su función.

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