Para el lector desprevenido, el presente artículo no pretende defender niguna gestión en particular. Sino, poner el acento y la debida proporción de culpa y responsabilidad entre los presidentes y técnicos que nos ha tocado elegir y sufrir (respectivamente) en los últimos tres años.
En cuanto a los presidentes, Savino tiene 76 puntos (44% de efectividad) en 57 partidos, mientras que Abdo suma 67 puntos (39% de efectividad) en la misma cantidad de partidos.
Hablando de campeonatos, el peor fue el Apertura 2011 (gestión Abdo) donde se sumó 19 puntos en la misma cantidad de partidos. El mejor campeonato es el Clausura 2012 (también gestión Abdo) con 25 puntos.
Hablando de DTs, la peor campaña la realizó Asad, sumando 17 puntos en 18 fechas (31,5% de efectividad). El mejor fue Caruso con 17 puntos en 11 fechas logrando más del 50% de efectividad (sin contar los partidos de la promoción). Ambos técnicos fueron contratados en la gestión Abdo.
¿Qué se necesita para mejorar?
En este nuevo formato de torneos (dos ganadores de rondas, un partido final que nos brinda un campéon y 3 descensos directos) nos hace mirar las estadísticas pasadas: Históricamente el tercer promedio más alto entre los años que se ha debido jugar promociones es el de San Lorenzo (1,254) dando una suma total de 143 de puntos.
Considerando esto, San Lorerenzo empieza el campeonato 2012-2013 con 91 puntos (Independiente y Newell´s con 90). Para poder estar estadísitcamente afuera del peligo (a priori) se necesitará obtener 53 puntos en el próximo campeonato anual.
También hay que tener en cuenta que sólo hubieron dos ascensos, River y Quilmes. Nadie podría llegar a pensar que River pueda descender nuevamente. Eso nos deja la esperanza de que Quilmes realice una mala campaña y ver quiénes más lo puede acompañar nuevamente al Nacional B.
Para tener en cuenta, Caruso, con sus 11 partidos en San Lorenzo, consiguió una efectividad de 52% de los puntos. Mientras que San Lorenzo necesitaría una efectividad de menos del 47% para lograr sumar 53 puntos en 38 fechas.