Te juro que en los malos momentos, siempre te voy a acompañar

Me sentí jugando Copa Libertadores. Jugando a las 20.15 y después de la novela. Novela que emepezó con las elecciones en un club de la rivera, que la siguió el Gobierno Nacional y la continuó (para clausurarla) el Gobierno Porteño.

Luego de idas, vueltas, y demás movimientos y no-movimientos de masas, uno volvía al Nuevo Gasómetro con aires renovados, esperanzas nuevas y la espectativa de una gran final. Esperando ver el primer partido de la nueva gestión del cuerpo técnico (primer partido con “algo” de trabajo previo, ya que en el viaje a Rosario sólo se dispuso de los 11 iniciales).

Se notó un cambio de personalidad (no de personas). La defensa sabía a lo que jugaba, cerrando filas y a no complicándose para salir desde abajo. Igualmente, el partido se ganó desde el mediocampo. Ortigoza con mucha menos tenencia de la pelota pero (inversamente) con mucho más juego fue el motor del equipo. Kalinski robando pelotas fue parte de la recuperación. Por su parte, Salguerio se mostró enchufado (como hacía bastante no se lo veía) y fue crucial en la primer media hora del partido.

Por el otro lado, la carencia de Gigliotti (de un 9 de área) es marcada. Pensemos que San Lorenzo arrancó el partido (prácticamente) 1 a 0 arriba. Y después de eso, casi no tuvo chances netas (mano a mano) ante el arquero rival.

Lo importante (casi más que la victoria) fue aguantar un partido que se iba ganando sin muchos sobresaltos durante más de 90 minutos.

La otra actitud a marcar, fue la no inclusión entre el 11 titular de Romagnoli. Al ponerlo en los minutos finales, se demostró para lo que está. De hecho, fue capaz de hilar una muy linda jugada (escapándose por el fondo paralelo a la raya del arco) y no mucho más que eso. Sigo insistiendo que el Pipi no puede jugar más de 25-30 minutos por partido.

Los pibes siguen rindiendo (aunque se queden sin piernas). Tellechea, aunque medio perdido por momentos rindió aceptablemente.

Cambió la actitud, las ganas y las personalidades dentro de la cancha. Fuera, la gente respondió. Esa es la ecuación que debe pensar Abdo para realizar pensar que el club se puede salvar vendiendo abonos y palcos.

Que este comienzo de Madelón sea el puntapié inicial para una buen campeonato 2012. QUE ASÍ SEA!

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