El resultado del Viernes pasado nos ha dado un buen respiro por un buen tiempo. Debido a las elecciones del Domingo hay más de una semana entre partido y partido del Ciclón. Pero, ¿qué dejó el partido contra Banfield?
Ya enfocados en el último partido, no puedo sacarme la sensación que si Gigliotti metía la pelota que tuvo en los primeros minutos del patido sólo mano a mano con el arquero (en la que decidió erroneamente hacer una de más), el partido cambiaba radicalmente. Los nervios, los murmullos, las malas sensaciones no hubieran existido. Pero nuestro jugador de selección (local) hace más de tres-cuatro partidos que viene torcido. Y eso se nota y a San Lorenzo cada vez le cuesta más reponerse de las chances perdidas. Luego de perder esa oportunidad tuvimos que padecer más de tiempo y medio de haber generado casi ninguna otra situación (clara o no) de gol. Y en el arco propio, el sufrimiento siguió, con tiros de media distancia, pelotas en los palos y centros peligrosos.
Igualmente se vio un cambio de actitud entre el primer y el segundo tiempo, tanto en Banfiel como en los dirigidos por Asad. Bottinelli se mostró un poco más seguro, igual que (el actuamente en duda por una distención-desgarro) Cristian Tula. Bazán sigue siendo (fecha tras fecha) el mejor jugador de la escuadra. Además, el arquero cada vez me gusta más cuando sale a cortar los centros (aunque haya tenido alguna salida fallida).
Párrafo aparte, ya en una mirada más macro del fútbol, merece la pantimima que sucedió el día Martes en la casa madre del fútbol argentino. Lo de Vila (portador del mismo mal con otro nombre) tendría que dar vergüenza en las escuales de periodismo. La presión mediática de A24 y América quedó muy al descubierto.
Y pensando nuevamente en San Lorenzo, el partido del Martes, en el horario Prime Time de las 15Hs. con un árbitro con un historial trágico de visitante (con él dirigiendo G:0 E:3 P:7) es fundamental para seguir escalando y salir adelante. Por lo tanto, allí estaremos, alentando sea donde sea, juegue como juegue. QUE ASÍ SEA.