La acusación y denuncia que pone en amenaza al club de Boedo en medio de una pretemporada
El pasado miércoles 3 de julio estalló la noticia de la denuncia realizada por Daniel Vila, presidente de Independiente de Rivadavia, quien alegó una supuesta transferencia falsa por parte de San Lorenzo de Almagro en el pase del jugador Matías Reali. Según las declaraciones de Vila: “La transacción es fraudulenta. No existe la cuenta corriente de la que se hace el pago, Reali debe volver al club”.
Al día siguiente por la noche San Lorenzo emitió un comunicado oficial explicando su intento de realizar el segundo pago acordado y asegurando que actuaron de buena fe. Sin embargo, Marcelo Moretti, presidente de la institución azulgrana, no salió a dar explicaciones ante la grave acusación, lo que generó descontento entre los hinchas del Ciclón. Los aficionados, disconformes con la actitud de su presidente, pidieron que se exponga el caso de manera pública.
Este conflicto llega en un momento delicado para San Lorenzo de Almagro, que no solo enfrenta desafíos en la cancha, sino también en su administración interna. Los hinchas del club han expresado su preocupación y esperan que esta situación se resuelva lo antes posible para evitar mayores repercusiones en el desempeño del equipo.
Finalmente, tres días después de la denuncia, el viernes 5 de julio Marcelo Moretti rompe el silencio y declaró la operación con la participación de una entidad financiera y delegó la problemática a Independiente de Rivadavia. Aseguró que el club nunca hizo una transferencia falsa y destacó la intervención de Claudio Tapia, presidente de La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quien intercedió entre ambos clubes. Reali continuará en San Lorenzo de Almagro como corresponde, y se espera que Futbolistas Argentinos Agremiados lo habilite para competir una vez que el Ciclón levante las inhibiciones correspondientes.
Ahora con las aguas más calma, cambiaron las condiciones del pase y si san Lorenzo quiere sostener la continuidad del jugador, además del dinero que ya se abonó, deberá pagar los 1.3 millones de dólares faltantes y una multa de 200.000 dólares, que todavía no se sabe quién se hará cargo de la misma.