Decepción en Uruguay

 

San Lorenzo jugó contra Liverpool de Uruguay un partido clave para la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Libertadores. El resultado terminó 1-0 a favor del elenco uruguayo con un gol en el último minuto debido a un grosero error de Agustín Giay, quien intentó despejar de manera amateur una pelota. De esta forma, San Lorenzo terminó perdiendo un partido que parecía destinado a un empate.

Con este resultado, el Ciclón queda prácticamente eliminado del torneo más importante de América. Aunque matemáticamente todavía tiene posibilidades, sería necesario que ocurran cosas muy improbables, como que Palmeiras empate o pierda todos sus partidos y San Lorenzo gane los dos restantes de local (una obligación), además de vencer en el campo de Palmeiras. Un equipo no puede depender únicamente de milagros, ahora habrá que intentar pelear el tercer puesto y entrar a Sudamericana.

En cuanto al partido, San Lorenzo, de la mano del Pipi Romagnoli, intentó mostrar otra cara en el juego. Trató de tener más posesión de pelota e intentar llegar al área con más gente y ser protagonista, algo que no se había visto en mucho tiempo en el club. Sin embargo, parece que, independientemente de los técnicos que lleguen, el problema radica en los jugadores, quienes ayer estuvieron apáticos, imprecisos y parecían tener pocas ganas de jugar. Parece que los mismos necesitan un sacudón para entender el lugar en el que están y la camiseta que llevan, ya que no se le puede reprochar nada al Pipi, quien lleva menos de un mes en el cargo.

Es importante recordar que muchos hinchas viajaron a Uruguay para alentar al equipo, gastando una fortuna y perdiendo días de trabajo. Sin embargo, los jugadores en la cancha no mostraron señales de querer ganar el partido o comprender que estaban disputando una final.

No se trata de ser partidario de Insúa, sino de ser consciente de que él, además de ser entrenador, desempeñaba un papel mucho más amplio que el de técnico. Era dirigente, manager, jugador y entrenador; absorbía muchas responsabilidades que ahora vemos, como los cánticos hacia los jugadores o los dirigentes. Aunque el ciclo futbolístico ya no daba para más y era necesario terminarlo, se extrañaran aspectos como esos porque se perdió un gran referente para el club. La responsabilidad de esto recae totalmente en la dirigencia, tanto por la improvisación al nombrar al Pipi como por la falta de un plan futbolístico claro.

Inauguramos una nueva sección para los post partido, que son las calificaciones de los jugadores titulares y los que jugaron aunque sea 30’.

Altamirano: 5 puntos, no le llegaron nunca y el gol no es responsabilidad suya.

Luján: 5 puntos, bien en la marca y cuando tuvo que pasar lo hizo bien.
Romaña: 7 puntos, figura absoluta de la cancha despejando todo y muy sólido en la marca.
Campi: 5 puntos, tuvo intervenciones buenas pero se le movieron muy fácil los rivales.
Braida: 5 puntos, bien en la marca e intentaba atacar constantemente, a veces no de la mejor manera.

Irala: 6 puntos, primer tiempo pasó desapercibido y un segundo en el que no hizo las cosas bien.
Peruzzi: 5 puntos, tuvo cortes buenos pero nunca se mostró como opción de pase y hacia las cosas a destiempo.

Giay: 3 puntos, el jugador más bajo de todo el partido, provoca el último gol y estuvo mal en ataque y defensa.
Medina: 6 puntos, el único que intentaba mostrar algo distinto en el ataque y se mostraba siempre.
Barrios: 4 puntos, todas las jugadas las terminó mal, siempre una de más.

Bareiro: 3 puntos, todas las jugadas las terminó mal, quejándose y haciendo gestos a sus compañeros todo el partido, nunca pudo mostrarse como opción de pase.

Remedi: 6 puntos, ingresó a los 60’ por Peruzzi, se equivocó en la primera y después cortó absolutamente todo lo que pasaba en el medio.
Leguizamon: 5 puntos, ingresó por Luján y no pesó en ataque, únicamente sacó alguna que otra falta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *