Dicen que las victorias traen más victorias. Y dentro de la cancha se ve otra energía, otra entrega, otro compromiso. El juego asociado empezó a ser la primer opción y el despeje “al voleo” sucede sólo cuando es obligación.
Todavía falta mucho por mejorar y mucho por andar. Aún hay puntos muy débiles en algunas líneas. Y ese deberá ser trabajo del DT en el corto plazo, y de la dirigencia en el mediano plazo.
El arquero hoy demostró que debe jugar en un “equipo chico” ya que es figura y “se luce” cuando es exigido varias veces. En el primer tiempo y la primer parte del segundo se mostró dubitativo y falto de “coraje” para salir a cortar centros con la seguridad que es requerida para el puesto. En la segunda mitad del segundo tiempo, cuando el rival empezó a llegar cada vez más y más claro, es donde saca “chapa” de caudillo y se hace ver. Ni hablar de la pelota que termina encontrando a los pies del negro (futuro que le deparaba a San Lorenzo si le empataban el partido)…
La defensa tiene altos y bajos. Prósperi y Alvarado son pilares fundamentales. Kanemann es muy irregular y Bianchi Arse es regularmente malo. Se nota el temor con el que sale a cortar cada uno de los balones que pasan cerca. Lo que resulta en la deficiencia y el destiempo con el que está jugando últimamente.
El medio de San Lorenzo es la clave de su remontada. El juego de Kalinski y Mercier está en alza y eso se muestra en la movilidad que logra el balón.
Stracqualursi está mucho más activo, bajando muchas pelotas (aveces muy solo) pero es amigo del gol. De hecho, esa relación se está estrechando… y cada vez salen más seguido de la mano.
El aspecto físico sigue siendo deficitario. Parte de la “remontada” del rival es por nuestro bajón. Se le entrega la pelota y se lo empieza a esperar cada vez más cerca del arco propio. Considerando que Alvarado y Bufarini estaban condicionados desde temprano en el primer tiempo, dimos muchas ventajas. La expulsión de Kanemann lo refleja, siendo superado y habiendo quedado mal parada la defensa debió recurrir a una falta (de amonestación y obligada expulsión) para salvar al equipo.
Los números nos sonríen. Las diferencias con los de arriba se achicas y con los de abajo nos separan mas. Estamos a 9 puntos de AAAJ, 7 de NOB y de Godoy Cruz (con un partido menos) y 8 arriba de rojo. De los que suman diferente estamos arriba y cada vez más lejos de Unión y en un margen de 3 puntos o menos con Quilmes, SMSJ y Rafaela..
Las victorias dentro de la cancha, y fuera de ella, hacen que las populares exploten de aliento, de mensajes positivos y siempre hagan callar a los “de enfrente”. Los viejos latiguillos (de hace 30 años) ya no funcionan más. Antes era el no tener cancha, luego fue el haber perdido la pertenencia, y hace poco el poder caer de nuevo. Pero ya no más. El sufrimiento es el sello característico de este sentimiento, como también lo es el amor a esta camiseta y colores, por eso hay que seguir cantando y haciendo sentir lo diferente que somos del resto.