Yo, que tengo 32 años, no viví el cierre del Gasómetro. El desguace, las penurias, la vergüenza y las caídas sufridas en ese tiempo.
No disfruté a los Matadores, no festejé el bicampeonato del ´72.
Aunque haya habido un montón de cosas que la “suerte” no me dejó vivir, canté por el Viejo Gasómetro, canté por la cancha nueva, canté por haber vuelto a primera.
Y por eso mismo hoy se me cerró la garganta y se me “piantó” un lagrimón, cuando se escuchó ese rugido de gol en la puerta de la Legislatura.
Un día atípico, una movilización realmente espontánea. Donde se salió con “lo puesto” para “ver qué onda”. Muchas caras conocidas, familiares. De la cancha, de la platea, de la tribuna, de la vida cuerva. Algunas, sin siquiera nombre. Pero todos los que pudimos estuvimos.
Y muchos más están ahora mismo festejando en el super… perdón, en el PREDIO DE SAN LORENZO EN AV. LA PLATA. También en San Juan y Boedo y también y también y también…
Hay mucho análisis para realizar. Político, judicial, económico. Se vienen muchas “movidas” de prensa. También se viene la calma luego del objetivo logrado. ¿Y ahora qué?
Hay muchos plazos, pagos, formalismos y decisiones por tomar. Pero ahora no es el tiempo de hacer esos análisis. Mañana con sueño y la garganta rota será el momento, porque la vuelta… no me la contaron, LA VUELTA LA VIVÍ.