Así NO

 

San Lorenzo se enfrentó a Huracán en el clásico correspondiente a la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional. El resultado final fue un deslucido empate 0-0, con un rendimiento del equipo que dejó, otra vez, mucho que desear. San Lorenzo no logró realizar ni un solo remate al arco y se mantuvo en una posición defensiva durante todo el partido. Esta actuación deja al equipo de Insúa en una posición complicada en el torneo, con solo 7 puntos de los 21 posibles hasta el momento. Con los rivales más difíciles por delante, parece difícil que San Lorenzo pueda recuperarse o que haya cambios en el equipo..

En la nota anterior, tras el partido contra Tigre, mencioné la importancia de contextualizar la victoria en relación con el rival vencido, que ocupaba el último lugar en la tabla y había perdido dos jugadores. En este sentido, las expectativas eran altas para el clásico, pero lamentablemente, el equipo no logró ofrecer una actuación que satisficiera a los hinchas. Se esperaba algo distinto, algo que despertara nuevas emociones, pero en cambio, presenciamos más de lo mismo. San Lorenzo no mostró ningún intento de ataque, no realizó ni un solo disparo al arco, y el equipo se vio superado por Huracán, que al menos intentaba asociarse para generar jugadas de peligro. Los cambios realizados por el cuerpo técnico no mejoraron el desempeño del equipo y, de hecho, parecieron empeorarlo, dejando a San Lorenzo aún más atrás en el campo y limitando sus pocas opciones de ataque. Únicamente pelotazos y saltar líneas.

El único motivo por el que San Lorenzo no perdió fue gracias a las intervenciones destacadas de Gastón Hernández, quien salvó al equipo en momentos críticos. Sin embargo, el problema no radica solo en el resultado del partido, sino en el estilo de juego del equipo durante más de un año. La estrategia de jugar con una línea de cinco defensores no está funcionando, y el equipo parece incapaz o poco dispuesto a atacar, gracias a las indicaciones que reciben. El entrenador parece conformarse con empates contra equipos más débiles que San Lorenzo y muestra reticencia a arriesgar o realizar cambios significativos. Decisiones inexplicables, como la exclusión de ciertos jugadores de la convocatoria o su falta de ingreso al campo, solo aumentan la frustración entre los hinchas.

Es evidente que se necesitan cambios urgentes. San Lorenzo no puede seguir dependiendo de la suerte o de momentos épicos para obtener resultados positivos. Es hora de abandonar la terquedad y el capricho, y priorizar el bienestar del club por encima de todo. La situación actual no puede continuar así.

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